El término RESERVA COGNITIVA hacemos referencia al almacén de recursos cognitivos que va tomando forma a lo largo de la vida, modulado por la experiencia, y que puede protegernos a la hora de desarrollar enfermedades como el Alzheimer.
Puede que muchas personas crean que llegada cierta edad, ya no sirve de nada ejercitar la mente si uno se ha hecho antes. Pues bien, esto es absolutamente erróneo; la reserva cognitiva es un término dinámico y como tal, puede ser incrementado en cualquier momento de la vida, sólo hace falta ponerse manos a la obra.
Intentaremos ahora dar una serie de pautas que pueden servir de ayuda. Para empezar, qué duda cabe de que un adecuado estilo de vida es fundamental: llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico, practicar actividades de interés particular, dormir las horas necesarias, en definitiva, llevar una vida ordenada. Además de los aspectos genéricos brevemente descritos en el párrafo anterior, concretemos en dos procesos fundamentales: la memoria y la atención. Su entrenamiento nos lleva a una mejora de la reserva cognitiva, ese escudo protector del que hablábamos antes.
Tratemos de emplear un rato cada día para su ejercicio. Elijan el momento en el que se encuentran más relajados, dispuestos a pensar y realicen alguna de las tareas que a continuación les propongo:
-Lean un texto y a continuación realicen un breve comentario que incluya la identificación de: la idea principal, otras ideas secundarias, estructura y breve resumen del mismo. Con ello estamos ejercitando, no sólo la lectura, sino también la atención mantenida y la memoria inmediata.
-Realización de puzzles. Ello implica el manejo de piezas en el espacio y además de ayudarnos a mejorar nuestras habilidades constructivas, es otra manera de trabajar nuestra capacidad atencional.
-Pasatiempos. Un libro de pasatiempos es una forma muy completa de entrenamiento. Mediante la realización de tareas como: sopas de letras, encontrar las diferencias entre dos dibujos, unir los puntos hasta crear una figura, los famosos sudokus o autodefinidos, estamos trabajando la atención, memoria, habilidades matemáticas o lingüísticas.
-Observen fijamente un cuadro que tengan en una habitación, intenten memorizar todos los detalles, luego cierren los ojos y pregúntense por los distintos elementos que lo forman, así podrán valorar su memoria visual.
-Memoricen una serie de palabras, por ejemplo, la lista de la compra, y después analicen qué estrategia han utilizado, ¿Se han limitado a repetir las palabras una y otra vez hasta que han logrado memorizar todas? Si la respuesta es afirmativa, cronometren el tiempo que han tardado y prueben otra cosa: en vez utilizar la repetición, asocien las palabras creando una frase con sentido, con ello, conseguimos un procesamiento de la información más profundo; recordamos más cosas empleando un menor esfuerzo. Esta estrategia puede generalizarse a los distintos ámbitos de su vida.
-Memoricen el fragmento de un libro. En este caso las palabras se encuentran insertas en un contexto que les da sentido, con lo que la tarea resulta más sencilla que en el caso anterior, pero igualmente útil.
-Intenten memorizar esta serie de números: 1936178920061945. ¿Cuánto han tardado en hacerlo bien?, ¿Han utilizado de nuevo la repetición?
-Practiquen sus hobbies favoritos: la lectura, pintura o la música, son ejemplos de actividades muy útiles.
Acoplen las tareas a sus intereses: si les gusta la música, intenten retener letras de canciones, con la poesía, lo mismo, con la geografía, capitales de países. Las posibilidades son infinitas y como pueden ver, no exigen mucha elaboración, tiempo, esfuerzo ni dinero. No obstante, no olviden una cosa: es importante que las tareas resulten útiles: de nada sirve pasar el día memorizando números si no lo generalizamos a otros ámbitos de nuestra vida donde queremos funcionar bien.Les garantizo que, con practicar algunas de las actividades propuestas, se van a sentir mejor, más seguros, su rendimiento en las tareas de la vida diaria se verá incrementado y lo más importante, mejorará su calidad de vida de cara al futuro.
Acoplen las tareas a sus intereses: si les gusta la música, intenten retener letras de canciones, con la poesía, lo mismo, con la geografía, capitales de países. Las posibilidades son infinitas y como pueden ver, no exigen mucha elaboración, tiempo, esfuerzo ni dinero. No obstante, no olviden una cosa: es importante que las tareas resulten útiles: de nada sirve pasar el día memorizando números si no lo generalizamos a otros ámbitos de nuestra vida donde queremos funcionar bien.Les garantizo que, con practicar algunas de las actividades propuestas, se van a sentir mejor, más seguros, su rendimiento en las tareas de la vida diaria se verá incrementado y lo más importante, mejorará su calidad de vida de cara al futuro.