Aprendemos imaginando y jugando

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Si usas tu imaginación activas los patrones sensomotores que relaciona tu emoción y tu memoria. Este proceso tiene tal importancia que Einstein afirmó que "la imaginación es más importante que el conocimiento, porque, mientras el conocimiento marca todo lo que está ahí, la imaginación apunta a todo lo que va a estar ahí"

Cuando le lees un cuento a un niño observa como se concentra en lo que estas leyendo y como permanece quieto mientras escucha. Las imágenes internas que se forman en su cerebro se conectan con su emoción y poco a poco adquiere la comprensión del cuento. La imaginación es tan importante que si le pides al niño que te platique el cuento, te contará la historia a su manera y de hecho la incorpora a su cuerpo, a través del movimiento, asumiendo el papel de alguno de los personajes, en ese momento usa su imaginación.

Gracias al juego el niño se desarrolla física, intelectual, social y emocionalmente, y así se capacita para las sucesivas etapas de su vida. Cuando los niños juegan a la mamá, al papá o al maestro, manejan su voz y además imitan perfectamente la figura que usan como modelo; por eso es imprescindible que, como adultos, evitemos actitudes que los niños puedan imitar: se educa más con el ejemplo que con la palabra.

El juego también permite aprender reglas y valores, como la honestidad, la disciplina, el orden, que son fundamentales para convivir en una sociedad. Es importante que los papás jueguen con los niños en algunos momentos para enseñar dichas normas, para compartir su creatividad, para educar en algunos valores; posteriormente, ya el niño jugará solito.
Entre los dos y los cinco años es una etapa crucial en el desarrollo cognitivo del niño, mientras aprende a procesar información y a usar su creatividad. Cuando se comunica con otros niños este proceso se acelera. Sin embargo, hoy en día muchos niños han perdido las ganas de jugar, tal vez porque el niño se vuelve adulto cuando todavía es un niño, o porque el adulto no sabe como crear las condiciones para que de verdad juegue el niño.

El juego representa la integración total de la mente y el cuerpo, pues aprendemos mejor jugando. Incluso los juguetes creativos que surgen de la imaginación engrandrcen el desarrollo exponencial del cerebro.

¿Tienes idea cómo inventar un juguete y eres capaz de jugar con él? Yo creo que si, pero nunca lo has intentado.

El juego es la actividad por excelencia donde el niño actúa por si mismo poniendo toda su atención, es parte integral del aprendizaje, el niño se ocupa de construir, reinventar, para si mismo, este es un fundamento del saber humano. Es claro que los niños no juegan con la intención de aprender, pero aprenden jugando.